Hacia la transparencia en los mercados de carbono: el rol de los Datos Abiertos

Autor. Gerardo Arvizu. CEO de Arvizu Energy Advisors (Londres, Reino Unido).

En el mundo de la sostenibilidad, los mercados de carbono han sido desde hace tiempo considerados como una solución prometedora para combatir el cambio climático. Sin embargo, estos mercados (y en particular los mercados de carbono voluntarios) han luchado por sacudirse una nube persistente de opacidad y desconfianza. Fallas metodológicas, investigaciones que han mostrado la opacidad de muchos certificadores y proyectos, y la sistemática falta de transparencia, han contribuido a una crisis de confianza en los mercados de carbono voluntarios. No obstante, en medio de estos desafíos existe una solución potente: los datos abiertos.

Los datos abiertos se refieren a información que está disponible de forma gratuita para que cualquiera pueda acceder, utilizar y compartir. Promueve la transparencia, la responsabilidad y la innovación al proporcionar acceso a conjuntos de datos valiosos que pueden ser analizados y utilizados por individuos, organizaciones y gobiernos para diversos fines (como la investigación, el aprendizaje y la evaluación descentralizada).

Durante demasiado tiempo los mercados de carbono voluntarios se han visto atrapados en una burocracia que no logra evitar de manera efectiva que proyectos fraudulentos ingresen al mercado y vendan sus compensaciones de carbono. La complejidad y papeleo que caracteriza a los principales modelos de compensación de carbono han allanado el camino a proyectos que no pueden sustentar sus afirmaciones de reducción de carbono con suficientes datos, pues el cumplir con formatos y documentos irónicamente ha sustituido la demostración del impacto real en términos concretos, simples, y demostrables públicamente. Muchos proyectos de carbono en los mercados voluntarios de carbono hoy no pueden demostrar su impacto real, por lo que el público y los mercados tardan mucho en distinguir entre un proyecto legítimo y uno fraudulento, debido a la falta de datos públicos suficientes.

Un informe de impacto anual en formato de texto no puede considerarse una prueba suficiente, especialmente cuando una investigación realizada por la Asociación de Ingenieros para Datos de Carbono (Association of Engineers for Carbon Facts), indica que hasta el 80% de los párrafos en estos informes anuales abordan temas no útiles para la demostración concreta y medible del impacto del proyecto.

Abundan los ejemplos: según la Alianza Científica para la Transparencia de Compensaciones de Carbono (The Scientific Alliance for Carbon Offset Transparency), muchos informes de impacto anual de proyectos de carbono asignan hasta el 40% de su contenido a dar contexto histórico, geográfico, social y cultural irrelevante y excesivamente general, abarcando países o regiones enteras, cuando deberían enfocarse en hechos y cifras de captura de carbono de un lugar específico, y proporcionar sólo contexto local conciso para guiar al lector a través de los datos de carbono. Hay informes anuales de captura de carbono donde el 25% del documento se utiliza para mostrar mapas generales de un país entero, a pesar de que el proyecto sólo cubre el 0.000001% de ese país. En muchos otros casos, hasta el 14% de los informes anuales discuten la historia del país y proporcionan estadísticas nacionales generales. Esta discrepancia entre la pregunta y la respuesta es preocupante: la pregunta era: «¿Cuánto CO2 ha capturado su proyecto este año?» La respuesta no puede ser tan amplia como la están dando los reportes de los proyectos de carbono de las principales certificadoras.

Según el profesor Jonathan Maza (Universidad de las Américas Puebla, UDLAP), las fallas metodológicas han plagado los mercados de carbono voluntarios, generando dudas sobre la credibilidad de las compensaciones de carbono. Además, se ha permitido a las empresas validar sus esfuerzos de sostenibilidad utilizando compensaciones de carbono que no logran sustentar sus afirmaciones. Esto a menudo resulta en crisis de relaciones públicas significativas cuando tales discrepancias salen a la luz.

En una investigación realizada por The Guardian y por Corporate Accountability, los investigadores analizaron los 50 principales proyectos de compensación de emisiones, que representan las compensaciones de carbono más vendidas en el mercado global. Los resultados revelaron que 39 de estos proyectos, que representan el 78% del total, probablemente sean ineficaces o inútiles debido a diversas deficiencias que comprometen sus prometidas reducciones de emisiones. Señalaron como problemáticos ocho proyectos adicionales, o el 16%, con indicios que sugieren posibles fallas fundamentales que los hacen potencialmente ineficaces. Los tres proyectos restantes (6%) carecían de información pública e independiente suficiente para evaluar concluyentemente su eficacia. Es decir, ninguno de estos proyectos, validados por los estándares y certificadoras de carbono más conocidos, pasó la prueba de una investigación independiente.

Los datos abiertos son una herramienta formidable con el potencial de revolucionar los mercados de carbono. Al adoptar los principios de datos abiertos, los mercados de carbono pueden dar luz donde ha habido opacidad, otorgando a las partes interesadas una visibilidad sin precedentes de los proyectos de compensación de carbono. A través de la transparencia de datos, las partes interesadas pueden escrutar la validez de las afirmaciones de compensación, asegurando que los bonos de carbono contribuyan genuinamente a la mejora ambiental.

Los datos abiertos tienen el poder transformador de remodelar el panorama del mercado de carbono, fomentando una mayor confianza y participación de las empresas en todo el mundo. Con una mayor transparencia y responsabilidad, los mercados de carbono pueden atraer a una gama más amplia de participantes, desde pequeñas empresas hasta corporaciones multinacionales, todas ansiosas por contribuir a la lucha contra el cambio climático.

Según Argie Rumann, ex Ingeniero Jefe y Gerente de Programas del Centro Espacial Goddard de la NASA (Goddard Space Center), los mercados de carbono necesitan medidas más estrictas, pero no sólo agregando más formatos y burocracia como se hizo en crisis de credibilidad anteriores. En cambio, aboga por la implementación de políticas obligatorias de datos abiertos. Como ejemplo, señala el Estándar de Carbono DEV y el certificador de carbono RTD Ratings, que han establecido una política de datos abiertos y utilizan estándares avanzados de Ingeniería de Sistemas (como los utilizados en la NASA y desarrollados por las reconocidas organizaciones INCOSE, NIST e IEEE) para la recopilación, análisis, visualización e informes de datos.

Según la Asociación de Ingenieros de Sistemas para la Sostenibilidad (Systems Engineers for Sustainability), los datos abiertos representan sólo el comienzo de la transformación del mercado de carbono: el verdadero desafío radica en adquirir datos de calidad suficiente para iniciar esta transformación. El aseguramiento de datos, que abarca la validación, verificación y certificación, es crucial y se puede lograr a través de la Ingeniería de Sistemas, que es uno de los dos pilares del estándar DEV (el otro siendo su política de datos abiertos).

Como afirma la Red Global de Ingeniería de Datos de la Naturaleza (Global Nature Data Engineering Network), el camino hacia un futuro sostenible es inequívoco: radica en aprovechar el potencial transformador de los datos abiertos. Al abrazar la transparencia y la responsabilidad, los mercados de carbono pueden superar los desafíos pasados y surgir como agentes potentes para el cambio positivo. El remedio para los mercados de carbono está al alcance de la mano, y comienza con los datos abiertos.